El Centro de Cría de Quebrantahuesos, situado en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, afronta durante la temporada 2010-2011 su décimo quinto año trabajando en el Programa Andaluz de Reintroducción, que es ejecutado por la Fundación Gypaetus bajo la dirección del Programa de Conservación de Aves Necrófagas en Andalucía de la Consejería de Medio Ambiente desde abril de 2008, para lograr "la existencia y supervivencia por sí misma de una población de la especie, viable y sin ayuda humana, siendo éste el objetivo del mismo".
En este sentido, el gerente de la fundación, Jesús Charco, ha señalado a Europa Press el balance "positivo" del camino recorrido, sobre todo, si se tiene en cuenta "las pocas experiencias que existían al respecto en Europa". No obstante, ha recordado el proyecto de reintroducción que se dio a cabo en los Alpes en la década de 1970, precisando que tras los esfuerzos iniciales a mediados de los años ochenta comienzan las liberaciones y la creación del primer núcleo cautivo.
Teniendo en cuenta las particularidades del entorno natural andaluz y a pesar de las dificultades existentes desde un principio, "poco a poco se han ido haciendo las cosas bien", sobre todo, gracias a las consignas del proyecto europeo. En este sentido, ha concluido "las aves liberadas vuelan y evolucionan favorablemente, a pesar de problemas que existen en el campo".
El proceso ejecutado en el Centro de Cría de Quebrantahuesos es similar al desarrollado en los Alpes, pues "si es bueno, seguro y válido, no era cuestión de inventar nada", asegura. Por otro lado, Charco ha recordado que no existían ejemplares de este ave rapaz carroñera extinta en la comunidad andaluza desde 1986 en toda la península ibérica, por lo que para iniciar la creación del núcleo reproductor se efectuaron convenios con países como Suiza, Italia, Francia y Alemania.
El gerente de la Fundación Gypaetus ha asegurado que "el hito importante más importante del programa es la existencia y supervivencia por sí misma de una población de quebrantahuesos viable y sin ayuda humana, siendo este el objetivo, es decir, que los ejemplares liberados se emparejen entre ellos, se reproduzcan y sus crías ya adultas repitan el proceso de forma natural".
En este sentido, ha apuntado que en los Alpes este proceso está "empezando a terminar", donde existen una media entre 15 y 18 parejas y crían todos los años, afirmando que "se puede decir que el programa es un éxito tras un camino largo".
"En Andalucía se podrá considerar este final cuando vivan en la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, en Sierra Nevada y en Alhama, entre otras", ha apuntado, añadiendo que de momento "los ejemplares vuelan, pero no se reproducen". Por otro lado, ha reconocido que el proyecto se encuentra en una "fase delicada y se necesitan diez o 15 parejas para garantizar la supervivencia por sí misma". En referencia al tiempo que se necesitará, Charco ha subrayado que es "imposible" estimar, pues depende de bastantes variables.
Asimismo, el final del programa, según ha reiterado, se producirá cuando haya "una población viable, estable y sin ayuda humana". no obstante, ha aclarado que se trata de un proyecto a largo plazo, si bien "avanza a buen paso en varios frente y en varios sentidos".